Al comienzo de este gran día, todos hemos tenido presente a nuestros hermanos y hermanas de los pueblos afectados por la DANA, ofreciendo nuestra oración, pidiendo por todos ellos.
Esta jornada ha sido muy especial, el alumnado del centro ha convivido, compartido y revivido la presencia del Padre. Todos estamos agradecidos por ser parte de la GRAN FAMILIA DE LAS CARMELITAS MISIONERAS TERESIANAS.
¡VIVA EL PADRE PALAU!